El Concierto de Año Nuevo (en alemán: Das Neujahrskonzert der Wiener Philharmoniker) de la Orquesta Filarmónica de Viena, tiene lugar cada año en la mañana del 1 de enero en la Sala Grande o Sala Dorada (Große Saal o Goldener Saal) de la Musikverein de Viena. Es transmitido en todo el mundo para una audiencia potencial estimada en 1000 millones de personas en 54 países.
Cada año, el mismo programa se interpreta también el 30 de diciembre («ensayo general») y el 31 de diciembre como «Concierto de Fin de Año» (Sylvesterkonzert).
La música es, en su mayor parte, de la familia Strauss (Johann Strauss (padre), Johann Strauss (hijo), Josef Strauss y Eduard Strauss).
El concierto siempre finaliza con varios bises después del programa principal (propinas que no están incluidas en el programa). Los músicos entonces desean colectivamente un feliz Año Nuevo (Prosit Neujahr) y finalizan con el vals de El Danubio Azul de Johann Strauss hijo, seguido de la Marcha Radetzky, de Johann Strauss padre.
Durante esta última obra, los privilegiados asistentes aplaude al compás y el director se vuelve para dirigirla, durante breves instantes, en lugar de a la orquesta.
El concierto se celebró por primera vez el 31 de diciembre de 1939 (con un ensayo público el día anterior), como «concierto extraordinario» (Außerordentliches Konzert). Su celebración estuvo promovida por el entonces ministro de Ilustración Pública y Propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels (en aquel entonces Austria formaba parte de Alemania). Se concibió como un homenaje de las provincias orientales al Estado alemán. Fue dirigido por Clemens Krauss. En este caso solo se interpretaron obras de Johann Strauss (hijo), a excepción de la «Pizzicato Polka», compuesta al alimón entre él y su hermano Josef, y concluyó con la obertura de la opereta Die Fledemaus «el Murciélago». No se interpretó ni «El danubio Azul» ni la «Marcha Radetzky».
El siguiente concierto se celebró el 1 de enero de 1941, consolidó el que sería por mucho tiempo el repertorio habitual, a base de obras de los hermanos Strauss (Johann, Josef y en menor medida Eduard) y su padre Johann I. Así, en 1941 se interpretaron por primera vez tres obras de Josef, la polka rápida «Eingesendet», el vals «Frauenwürde» y la polka francesa «Moulinet». En 1943 se interpretaría por vez primera una polka-mazurca, ·Die Libelle», de Josef Strauss.
La primera interpretación de El Danubio Azul tendría lugar en 1944, en 1946 llegaría el turno de la «Marcha Radetzky». Por aquel entonces se establecieron las obras que podríamos considerar «canónicas» del Concierto, si bien algunas que entonces eran habituales, como la polka «I Tipferl» o el vals «Neu Wien», con coro masculino, han quedado absolutamente olvidadas en los programas de las últimas décadas.
A partir de 1954, la dirección la asumió el primer violín de la orquesta, Willi Boskovsky, que se mantuvo en el puesto durante 24 años. En 1958, Boskovsky introdujo la tradición de acabar el concierto con El Danubio Azul y la Marcha Radetzky. La primera parte de la etapa boskovskiana del Concierto de Año Nuevo se caracterizó, en el aspecto programático, por una menor variedad en las obras interpretadas, ya que en tiempos de Krauss se incluían muchos años obras infrecuentes, tradición que en parte desapareció con Boskovsky, quien se ciñó, salvo excepciones, al aproximado medio centenar de obras más habituales.
Sin embargo, con los años 60 se produjo un cierto «aperturismo». Así, en 1962 fue interpretada por vez primera una obra de Joseph Lanner, primer compositor ajeno a la familia Strauss que sonaba el 1 de enero en Viena, y en 1964 ocurría lo propio con Eduard Strauss. Fue con la polka rápida «Bahn frei». Un año después, los asistentes al Concierto podrían escuchar por primera vez una obra de Johann Strauss padre diferente a la «Marcha Radetzky», sería el vals «Loreley Rheinklänge». Siguiendo con las novedades, en 1970 se escuchó la primera Quadrille del Concierto. Sería la «Schützen-Quadrille» compuesta por los tres hermanos Strauss, y que solo volvería a incluirse una vez más. En 1972 se incluyó por vez primera a Carl Michael Ziehrer. Por el contrario, el de 1975 fue un concierto prácticamente monográfico de Johann Strauss II (salvo por la «Marcha Radetzky»), mientras que 1977 estaría dedicado en gran medida a su hermano Josef. 1978 fue el primer año en el que se interpretó algún compositor ajeno al mundo del vals vienés, fue el caso de Franz Schubert. En 1979, Boskovsky dirigió su último Concierto. Fue una velada de novedades (se tocó, por primera vez, una obertura de Franz von Suppe y de despedidas, la del propio director y la de alguna obra que no se volvió a interpretar (la anteriormente citada Loreley-Rheinklänge, así como la Polka Rudolfsheimer). La huella de Boskovsky será recordada siempre por los aficionados a este Concierto, quienes lo consideran como el artífice de algunas de las lecturas más adecuadas de estas músicas.
A partir de 1980 asumió la dirección del Concierto de Año Nuevo el entonces director de la Wiener Staatsoper, Lorin Maazel. En su primer año a la batuta, trajo como principal novedad la inclusión de la Obertura de «Orfeo en los Infiernos» de Jacques Offenbach
El año 1982 fue un año de bastantes novedades para lo habitual en la época, un total de cuatro. Entre ellas destaca la obertura de «Las Alegres comadres de Windsor» de Otto Nicolai, fundador de la Orquesta Filarmónica de Viena. En 1984 se interpretó, la obertura de «Poeta y Campesino» de Franz von Suppé, que no volvería a darse hasta 2021. También fue la última ocasión de un clásico, la polka «Heiterer Muth» hasta que pudo volver a escucharse en el concierto de 2023.
A partir de 1987, cuando la orquesta concedió el honor de dirigir el concierto a Herbert von Karajan, se decidió que cada año dirigiera el concierto un director invitado distinto. Así, el gran director austríaco condujo uno de los más recordados Conciertos de Año Nuevo
Entre 1988 y 1991 correspondieron a Claudio Abbado. En la primera ocasión pudo escucharse la segunda Quadrille de la historia del certamen. Su segundo concierto será recordado por la inclusión de varios compositores ajenos totalmente al mundo del vals vienés: Franz Schubert (que ya había sonado en 1978), Wolfgang Amadeus Mozart y, quizá lo más sorprendente, Gioacchino Rossini con la obertura de La gazza ladra.
Dos de los conciertos más recordados son los que dirigió en 1989 y 1992 Carlos Keiber. Su estilo eléctrico cautivó a los oyentes. En cuanto a programa, podemos asumir que se trata de una revisión de las principales obras straussianas (únicamente se interpretó «Las alegres comadres de Windsor» de otro compositor), si bien no exenta de novedades como la «Polka Campesina» en 1989, acompañada por las voces de los intérpretes. El vals «Bei uns Haus», habitualmente acompañado de coro masculino, se interpretó aquel año para no volver a aparecer hasta la fecha.
En 1990, turno para el director hindú Zubin Mehta. Su primera aparición en el podio vendría acompañada de varias novedades, lo mismo se puede decir de 1995 cuando volvió a dirigir el concierto. Los años de 1993 a 2000 estuvieron dominados por la «triple M»: Lorin Maazel, Zubin Mehta y como novedad Riccardo Muti. Por estas fechas se inició la retransmisión íntegra del concierto.
Con la llegada de los años 2000 el concierto, se abrió a un mayor número de novedades sin perder su esencia. Dos nuevos directores debutarían en el podio los dos primeros años de la década: Nikolaus Harnoncourt y Seiji Ozawa. El primero de ellos volvería a aparecer en 2003 y sus conciertos se caracterizaron por la búsqueda de matices y por una interpretación más personal de lo habitual, lo que los convierte en únicos. En 2001 se incluyó, al principio del concierto, la versión original de la Marcha Radetzky, además de un homenaje a Lanner con tres obras; por su parte, en 2003 se interpretarían dos obras de Johannes Brhams y de Carl Maria von Weber en esta última obra el público aplaudió en un «falso final». En 2002, Ozawa ofreció, en la que sería su única aparición el 1 de enero, un programa más habitual y también en un estilo mucho más cercano al habitual en estos conciertos.
A partir de 1959 el concierto se transmitió en directo por televisión, primero por la emisora local ORF y después por Eurovisión a toda Europa y gran parte del mundo. Por ejemplo, el 1 de enero de 2013, el concierto fue retransmitido en ZDF en Alemania, France 2 en Francia, BBC Two en el Reino Unido, RAI 2 en Italia (en diferido varias horas), RSL La 1 en Suiza, TV1 en España, ČT2 en Chequia y TVP2 en Polonia, entre otros canales. Durante varios años, el concierto ha sido retransmitido para Estados Unidos por PBS. Iniciando el año 2006, una serie de países africanos y sudamericanos lo retransmiten a sus telespectadores. En la edición de 2013 fueron 81 los países a los que fue transmitido.
Entre los años 1980 y 2013, las flores que decoraron la sala de conciertos del Musikverein fueron un regalo anual de la ciudad de San Remo (Liguria – Italia). En 2014 las flores fueron proporcionadas por la propia Filarmónica de Viena y desde 2015 los arreglos se realizan por floristas austriacos en colaboración con el departamento de Parques y Jardines de Viena (Wiener Stadtgärten).
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